18 de septiembre de 2008

Recuperación de Aerolíneas

El jueves 21 de agosto, la Cámara de Diputados de la Nación, aprobó el proyecto de re-estatización de Aerolíneas Argentinas por 167 votos a favor y 79 en contra. El mismo además, estipuló que el Congreso debía ser quien estableciera el monto a pagar a la empresa y la imposibilidad de la reprivatización de la aerolínea.
El transporte, en cualquiera de sus versiones, constituye un área estratégica para el desarrollo y la comunicación dentro de nuestro país y por ende, es de vital importancia que el Estado vuelva a cumplir el rol central que nunca debió dejar de desempeñar.
Aerolíneas Argentinas fue víctima, como casi todos los argentinos, del discurso hegemónico que comenzó en la dictadura militar del '76 y continuó hasta el 19 y 20 de diciembre del 2001. Este discurso, estaba basado en el Consenso de Washington en el que podemos encontrar -entre sus principales postulados- la necesidad de achicar el Estado (o que el Estado se hiciera a un lado) para dar lugar a la participación de la empresa privada -que, según los gestores del neoliberalismo, era más efectiva y garantizaba un mejor servicio a la población- y en la necesidad de liberalizar el comercio internacional.
El Estado, en esos años comenzó a retirarse de todos los ámbitos estratégicos para el desarrollo del país, profundizando una relación de dependencia con los países centrales, la desocupación y la exclusión. Aerolíneas Argentinas no constituyó una excepción; La privatización de Aerolíneas se empezó a discutir en 1988, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín. Esta propuesta, sin embargo, naufragó por la oposición del justicialismo, que la consideró como un "atentado a la soberanía".
Sin embargo, uno de los primeros planes de Carlos Menem, cuando llegó al poder en 1989, fue la privatización de la compañía aérea. Este plan se concretó a principios de la década de los '90 luego que se cambiara su tipo societario de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima. La firma fue vendida por el Gobierno a la estatal española Iberia (que adquirió el 85% de la compañía de cara a su futura privatización).
Antes de este grave ataque a la soberanía argentina, nuestra aerolínea de bandera era uno de los orgullos nacionales. Poseía un personal altamente calificado, una flota moderna -con numerosas rutas internacionales y nacionales- y cumplía una función importantísima en la integración de las regiones del país. Aerolíneas Argentinas era en ese momento una empresa que además generaba un excedente operativo muy importante, sin embargo fue la primera empresa en ser privatizada por la avanzada neoliberal.
Es por esto que la recuperación de Aerolíneas tiene una carga simbólica importantísima y es por esto también, que genera el rechazo de algunos sectores que durante varias décadas apoyaron -por acción u omisión- un modelo que condenó a millones de personas a la miseria.
Esta línea aérea debe convertirse, por lo tanto, en una empresa donde los trabajadores -que mantuvieron viva a Aerolíneas- sean participes del paquete accionario junto al Estado nacional. Todo proyecto de desarrollo nacional que desee la inclusión de todos los sectores de la sociedad necesita un Estado fuerte, que guié el proceso económico en los países subdesarrollados, que avance hacia la igualdad de oportunidades y que permita al pueblo el desarrollo de su potencial y su realización en un proyecto colectivo de integración nacional. Este es el camino que se debe transitar si queremos que Aerolíneas Argentinas vuelva a ser el orgullo de todos los argentinos. (Lautaro Taibo; El cordillerano: 2 de Septiembre de 2008)

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