8 de octubre de 2008

Socialización de las pérdidas, Privatización de las ganancias

Los máximos representantes de la mesa de enlace agropecuaria decidieron iniciar otro lock-out patronal que comenzó el viernes pasado. La patronal argumenta que los principales problemas del campo son, entre otros, el alto costo del petróleo -que produce es alza de los costos de la producción- y la caída de los precios internacionales -principalmente de su preciada soja-.
Aunque Buzzi planteó que no quiere volver a la década de los ´90 (en relación a la cantidad de desempleados que puede llegar a haber en el sector), al analizar los discursos de estos dirigentes, se puede llegar a conclusiones totalmente distintas. Entre sus exigencias se puede encontrar un eje conductor que propone, para afrontar la crisis, la necesidad de volver a implementar las políticas neoliberales que imponía Estados Unidos y que se basaban fundamentalmente en el Consenso de Washington (El mismo consta de 10 principios políticos centrales). La exigencia de la eliminación lisa y llana de las retenciones -o “impuesto a las exportaciones”- propuesta por Hugo Biolcatti (vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina), figura en el 3º principio del mencionado consenso mientras que, la Liberalización del comercio internacional (trade liberalization) principalmente de la carne, la leche y el trigo –propuesta por estos empresarios- se puede encontrar dentro del 6º postulado, a su vez, la desregulación o “eliminación de los controles que ejerce el estado a través de la oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario” figura en la 9º premisa (además se puede encontrar el derecho a la propiedad que es el 10º principio). Se puede entender, por lo tanto que mientras sus discursos pregonan su interés en no volver a la infame década de los ´90, dentro de sus exigencias se encuentran el claro espíritu del consenso de Washington y, por lo tanto, de las políticas neoliberales.
Estas pretensiones se producen en un contexto internacional signado por la crisis que se produjo por la falta de controles -por parte del Estado norteamericano- en la economía y mientras el mundo se estremece por el temblor que produjo la estrepitosa caída del modelo neoliberal tal cual lo conocíamos. Pero estos señores además piden que el estado invierta para mejorar la competitividad de la ganadería, la lechería y la industria (relacionada al agro), la asistencia en las zonas azotadas por la sequía y el aumento de algunos productos fundamentales de la canasta básica. En otras palabras, demandan inversión por parte del estado –con dinero de impuestos de toda la población- para, después no ser regulados y que continúen beneficiándose unos pocos productores.
Durante los cortes de rutas –que duraron 128 días- otra vez parte de la clase media jugó el papel de peones de esos sectores que extorsionaron a la población con el desabastecimiento total mientras las exportaciones alcanzaban índices superiores a los del año pasado (la huelga era para privar a nuestro pueblo de los alimentos, no para dejar de ganar con las exportaciones). Miles de personas apoyaron al campo por pensar que se trataba de pobres campesinos o por considerar que era la forma más rápida de terminar con la extorsión. ¡Que sorpresa se habrán llevado esas mismas personas cuando escucharon sobre el nuevo lock-out y más aún cuando las demandas de la mesa de enlace se contraponían a lo que pedían hace sólo unos pocos meses!.
El problema que afronta el campo está relacionado, en realidad, con una deficiencia de solidaridad. Cuando ganaban mucho dinero por el alto precio internacional de la soja, y el trigo, no querían retenciones móviles porque hubiesen tenido que pagar más impuestos. Ahora que el precio de la soja bajó por la crisis mundial, salen a pedir a gritos retenciones móviles para que les cobren menos impuestos. Y esto seguirá ocurriendo hasta que no comprendamos que la disputa no es simplemente por un nivel mas bajo o más alto de retenciones, lo que está en juego es la implantación o no un modelo económico que, según la CEPAL, sumió en la pobreza a más del 45% de nuestro pueblo.

(Lic. Taibo Lautaro, Diario El Cordillerano, 08 de Octubre de 2008)

2 comentarios:

K dijo...

En un todo de acuerdo contigo. Te cuento que entré a tu blog luego de haber leído la nota publicada en el cordillerano, acerca del holocausto americano.
Pienso igual con respecto a encontrar en el otro un nosotros.
Lilinquen

Lautaro M. dijo...

Lilinquen:
Agradezco tu aporte y lo que trato de hacer con este blog es que todos puedan expresar sus puntos de vista. Después de todo, el entendiemiento del otro es una parte muy importante del proceso que debemos transitar para lograr la unidad en la diversidad; para hacer de la lucha del otro nuestra lucha; para dejar de lado divisiones que nos impusieron y, de este modo, romper las diversas relaciones que no mantienen oprimidos (una de las cuales es la discriminación).