11 de febrero de 2009

La Shoáh Palestina

1.350 personas asesinadas y alrededor de 5500 heridas -de las cuales 400 son niños y el resto es, en su mayoría, población civil- es el saldo de la operación “Plomo fundido” que puso en marcha el gobierno de Israel y cuyos objetivos militares fueron, en su mayoría establecimientos civiles palestinos. Escuelas, universidades, mezquitas, hospitales, centros de refugiados, depósitos de alimentos, complejos de departamentos, comisarías y tres escuelas que la ONU tiene en la “Franja de Gaza” -en las que se habían refugiado miles de palestinos que en su mayoría eran mujeres y niños- se encuentran entre las instalaciones que fueron atacadas, desde tierra, mar y aire, con el armamento más moderno del mundo.
Paralelamente, Israel continuó manteniendo el férreo bloqueo que impuso sobre la región, en colaboración con el gobierno de Egipto, y que comenzó cuando HAMAS ganó las elecciones derrotando a Al Fatah -que era la organización política por la que apostaban Estados Unidos, la Unión Europea y el gobierno de Tel Aviv-. Ese asedio redujo a apenas un 20% el ingreso de combustibles, medicinas y alimentos manteniendo a la población civil de Palestina “al borde de la inanición” (según expusieron funcionarios de la ONU) y convirtiendo a ese territorio en una gigantesca jaula a cielo abierto –refuerza la analogía la existencia de gigantescos muros de concreto construidos por Israel, en la Franja de Gaza, para mantener encerrada a la población-.
Si ejercitamos la memoria, recordaremos que, este genocidio se produjo luego de que Israel lanzara un ataque sobre Gaza el 4 de Diciembre de 2008, rompiendo el tratado de cese al fuego pactado, en Egipto, entre el gobierno de HAMAS (Palestina) y el gobierno de Tel Aviv (Israel) y que debía durar hasta el 19 de Diciembre de ese año.
La operación “Plomo Fundido” estaba planeada hace 6 meses y forma parte de una estrategia más extensa del gobierno israelí. Detrás de todo este asunto se encuentra el hecho de que, en ese país, ayer se celebraron elecciones y las encuestas habían mostrado que los candidatos que apoyaran la continuidad de la masacre del pueblo vecino, ganarían popularidad -“Construyen campañas políticas sobre cadáveres de niños” era una de las consignas coreadas en una de las marchas por la paz realizadas en Israel-
Algunos dirigentes del judaísmo ultra-ortodoxos, pensando en las elecciones, expresaron que la meta de Israel debía ser “lograr la constitución de Eretz Yisrael Zalema (el gran Israel)” - término que denota la necesidad de extender las fronteras de Israel en toda la “tierra prometida”-. El plan consistiría, por lo tanto, en utilizar la máxima violencia para eliminar toda posibilidad de que se constituya un estado palestino autónomo, exterminar todo movimiento de resistencia y confinar a la población palestina en dos grandes guetos: GAZA y Cisjordania (fuente diario israelí Yediot Ahronot). Para alcanzar esta meta, es necesario, además, continuar construyendo el otro muro que se está levantando en Cisjordania.
Esta “Shoáh Palestina” (holocausto palestino) sólo tendrá posibilidades de ser detenido si HAMAS y Al Fatah -las dos organizaciones político-religiosas más importantes de Palestina que gobiernan la Franja de Gaza y Cisjordania respectivamente- dejan sus diferencias de lado para sentarse con una posición unificada y sólida a una mesa de negociación con Israel. Este anhelo, evidentemente, no es fácil de realizar debido a las grandes diferencias que existen entre ambas organizaciones que llegaron a enfrentamientos armados luego de la victoria electoral de HAMAS en 2006.
El accionar de Israel, por otro lado, es improbable que cambie luego de las elecciones, puesto que la victoria de cualquiera de los dos candidatos favoritos -Tzipi Livni o Benjamín Netanyahu- no hará más que profundizar la masacre ya que ambos pregonaron la necesidad de continuar con la mano dura contra el pueblo que eligió votar a HAMAS.
Enfatizar la condena de la comunidad internacional –frente al genocidio palestino- no solamente a través de la ONU (que demostró ser un organismo ineficaz) sino también por medio de otros organismos como ser UNASUR, OEA y OPEP, entre otros, es otra acción necesaria ya que servirá, por un lado, para debilitar las relaciones con el gobierno israelita mientras continúe con las agresiones y, por el otro, para fortalecer la memoria colectiva para que los holocaustos no sean olvidados por la humanidad y no queden impunes los culpables. En relación a esta masacre, es interesante recordar un comunicado emitido por intelectuales judíos de gran bretaña, en relación al conflicto, en el que exponían “Cuando vemos los muertos y los ensangrentados cuerpos de niños pequeños, los cortes de agua, de electricidad y de comida, recordamos el asedio del Ghetto de Varsovia”.

(Lautaro Matias Taibo, Diario El Cordillerano, Miércoles 11 de Febrero 2009)

No hay comentarios: